La formación transversal ofrece muchos beneficios para el cerebro y para la empleabilidad. Prepara a los estudiantes para que sepan cómo adaptarse a un mercado muy cambiante. Al mismo tiempo, los introduce en el mundo real de las empresas, alejándose de los antiguos estándares de formación que priman la teoría.

Para comprender por qué las habilidades y competencias transversales se han vuelto más importantes, solo hay que examinar el contexto actual del mundo y del mercado laboral. Ambos están cambiando y esto tiene su influencia en la vida de los jóvenes. Tanto en cómo deben formarse como a la hora de desempeñarse en un puesto de trabajo.